martes, 8 de septiembre de 2009

4. Piénsalo dos veces si ellos no han sido cautivados por lo que te ha cautivado a tí


4. Piénsalo dos veces si ellos no han sido cautivados por lo que te ha cautivado a tí.

Hace varios años, una dama me emocionó. Aún así, la relación fue una lucha. Simplemente algo no parecía encajar. Ella no disfrutaba sentarse conmigo cuando yo escribía mis libros. Ella disfrutaba mucho más el jugar, que la presencia del Espíritu Santo en el Lugar Secreto. Un ministro amigo mío me explicó gentilmente,“Mike, simplemente ella no ha sido cautivada por aquello que te cautiva a tí”. No es suficiente que tu compañero sea cautivado por tí; también debe ser movido por las mismas cosas que te mueven a tí.

A menudo diserto en conferencias de mujeres. Siempre enfatizo que uno no puede conocer a un hombre estudiándolo. Uno conoce a un hombre estudiando lo que llama su atención; aquello que le cautiva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario